En este artículo hablaremos sobre las blacklists o listas negras, explicando el concepto y qué se puede hacer para salir de una, así como unas recomendaciones de buenas prácticas para no entrar en una blacklist.
Una blacklist o lista negra es un grupo de páginas web o direcciones de correo que han sido denunciadas previamente por tener un comportamiento fraudulento o por el envío de correo electrónico considerado como publicidad no deseada.
Es decir, que usuarios que no han solicitado dichos correos electrónicos los han recibido igualmente en su bandeja y los han reportado como spam.
¿Por qué entra una página web en la blacklist?
Existen diversos motivos por los cuales una página web puede entrar en una blacklist o lista negra. En primer lugar, puede ser porque haya mostrado mucho contenido no deseado.
Por otro lado, también puede ser porque el dominio desde el que realizan la comunicación con el servidor sea el mismo que el de otras páginas fraudulentas.
¿Cuál es la utilidad de la blacklist?
Estas listas negras o blacklist sirven para que internet quede exento de prácticas molestas y abusos hacia los usuarios.
La finalidad de la blacklist es establecer un filtro de seguridad para evitar poner en peligro de infecciones la integridad de los dispositivos y mejorar la experiencia de los usuarios.
De esta forma, las listas negras criban el contenido de los emails, castigando a los usuarios que los utilizan para llevar a cabo prácticas ilegítimas.
Sin embargo, dicho cribado puede resultar contraproducente, porque los métodos no son infalibles y es muy habitual que alguna web o dirección de correo legítima se vea perjudicada por las blacklists.
¿Qué puede ocurrir si te incluyen en la lista negra?
Si realizas malas prácticas como el envío masivo de emails, aunque no sea con mala intención, puedes entrar en una lista negra.
Esto puede provocar una disminución del efecto de las campañas de email marketing, pues muchos de los correos que se envíen nunca llegarán al destinatario.
Además, también tiene consecuencias directas en el posicionamiento SEO y los resultados de una página web pueden descender a las últimas posiciones de los buscadores.
Por último, se puede dar la pérdida de capacidades en el envío de emails, ya que se vetarán de forma automática todos los correos que contengan archivos con extensiones que puedan ser maliciosas.
¿Cómo salir de la blacklist?
Es posible salir de la blacklist y para ello se deben llevar a cabo los siguientes pasos:
En primer lugar, se debe confirmar que la empresa forma parte de una lista negra. Esto se puede hacer introduciendo el dominio o dirección IP en numerosas páginas web que escanean las bases de datos de las listas negras.
Si, efectivamente, la empresa está en la lista negra, es recomendable ponerse en contacto con los servicios de listas negras y solicitar la eliminación de la IP del servidor de listas negras.
Por otro lado, si el problema es ocasionado por el proveedor de internet, se debe realizar el trámite a través del formulario correspondiente.
Asimismo, este tipo de incidentes deben ser denunciados ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que se investigue el origen del delito.
Recomendaciones a los usuarios
Lo mejor y más recomendable para que un sitio web o dirección de correo electrónico no aterrice en una blacklist es llevar a cabo buenas prácticas.
Algunas de estas buenas prácticas son evitar el uso de acortadores de enlaces, vigilar el uso de las mayúsculas, elaborar contenidos variados, emplear direcciones de email con dominio propio, realizar revisiones periódicas, llevar a cabo un control de las cancelaciones de suscripción, entre otros.