En numerosas ocasiones, escuchamos hablar acerca de las redes sociales como si del Gran Hermano se tratase, ¿Es verdad que lo saben todo sobre nosotros? Pues bien, quizás no todo, pero sí casi todo. Por ejemplo, el gigante Facebook puede tener de ti mucha más información de la que le has proporcionado de por sí.
Lo primero que Facebook adquiere de nosotros es nuestro correo electrónico, nombre y género. Puede que parezca poca cosa, o que pienses que con tal de poner un nombre falso Facebook jamás sabrá tu nombre real, pero lo cierto es que una vez que te registres en esta red social (o en cualquiera perteneciente a Facebook, como Instagram) esta estará monitorizando y captando toda tu actividad.
Si usas Facebook, muy probablemente tiene mucha más información de ti de lo que crees. Tu nombre, si has usado uno falso, puede salir en una publicación con tus amigos. Guarda cada post al que das “me gusta” o reaccionas y también guarda a que hora te sueles conectar.
Esta información es extremadamente útil para la red social, ya que sirve para perfilar distintos tipos de usuario, qué gustos tienes, tu edad, tus hobbies, o què problemas del mundo te preocupan, y esto, al final del día, esto es oro puro para otras compañías, ya que de esta manera obtienen un público mucho más segmentado, al que ya saben que su producto interesa.
A pesar del escándalo de “Cambridge Analytica”, por el cual Facebook está aún pagando las consecuencias, o las múltiples multas impuestas en diferentes países por violar las leyes de protección de datos, parece que esta red social no se toma muy en serio la privacidad de sus usuarios. De hecho, el Tribunal Supremo Europeo ha dictaminado esta semana que “aquellas páginas con botón de “me gusta” están ayudando a rastrear a los usuarios”.